Por este escrito vemos como la hermandad, antes de decidirse a encargar la actual imagen de la virgen a Gabriel de Astorga, solicitó otra dolorosa para procesionarla.
La imagen en cuestión se nos dice se encontraba en el convento de franciscanos de la villa de La Algaba, convento fundado en 1583 por los marqueses de dicha villa D. Francisco y Dª Brianda de Guzmán, y desamortizado en 1836 y en estado ruinoso.
Del documento se desprende que la cofradía sevillana solicita una imagen de la virgen cuya advocación es dolorosa pero no dice cuál fuese en concreto, sin embargo de la apostilla que se hace más adelante “necesitando esta corporación de hacerse de una de este título para su misterio” y dado que el título incluye a Ntra. Sra. de la Soledad es de suponer que la imagen que solicitan sea de esa advocación. En dicho convento existía en esos años una imagen de la Soledad, pero perteneciente a la hermandad del Santo Entierro de Cristo, Ntra. Sra. de la Soledad y Resurrección Gloriosa, residente en la iglesia del convento entre los años 1586 y 1856. Cabe también la posibilidad de que se tratase de otra imagen dolorosa situada en el altar del Cristo de la Vera-Cruz, según vemos en un inventario del convento efectuado en 1838.
Como hemos visto antes de especificar el documento que necesita la cofradía de San Buenaventura “de una de ese título” podemos deducir que se refiere a la imagen de Ntra. Sra. de la Soledad de la cofradía algabeña del Santo Entierro, la única virgen de La Algaba de esa advocación.
La contestación a la solicitud de la hermandad sevillana tiene lugar días después por el cura interino de Santa María la Blanca de La Algaba D. Pedro Blanco, quien informa negativamente al Arzobispado considerando que la iglesia del convento se halla segura y no ruinosa como alegaba la cofradía sevillana para hacerse con la imagen de la virgen. En vista del fracaso de su gestión, la hermandad sevillana de San Buenaventura, se decide a encargar en 1850 la actual imagen de la virgen de la Soledad al escultor Gabriel de Astorga con el fin de incluirla en la estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral.
Esta historia fue recogida en el:
Boletín de las cofradías;
Boletín Hdad. de la Soledad febrero 1997, nº 16. (La Algaba). Continuará...
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