Sólo bastó un instante de mi vida
para saber que paciente habías estado
que a las puertas del diario de mis días
esperabas el momento precisado.
Me has buscado cada día en tu agonía
y sin saber que estabas te he encontrado
te pido perdón en mi desorden de ignorarte
cuando tanto amor por mí has derramado.
Que el cansancio de mi vida se transforme
en luz de sol y no sólo en Viernes Santo,
que te escuche, que te siga… que te quiera
y camino con mi cruz ¡¡qué pesa tanto!!
y apadrinas cada instante, cada día
con esmero mis momentos, mis presagios.
Me has llamado a responder con un sí amargo
y a aceptar Tu voluntad que no comparto
pero hágase lo que Tu quieras Dios bendito
¿quién soy yo para pedirte lo contrario?.
Y en Ti quiero descansar cuando Tu quieras
y reposar mi alma inquieta por los siglos
ser un sólo corazón y eternamente
contemplarte y suspirar: ¡¡CACHORRO MÍO!!.
Dedicado al Stmo Cristo de la Expiración
Autor: Mª Loli Peña Domínguez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario